Porque este artículo puede ofender la sensibilidad del lector, revolver su conciencia y, lo que es más importante, revolver su estómago. Nunca mientras se esté haciendo la digestión. De entrada, hay que decir que no hay ningún mérito por parte de Hispanidad: el estupendo resumen fue publicado por Minuto Digital y resulta, como quien dice, muy edificante.

Se trata del material educativo que, con el apoyo de las leyes socialistas (por ejemplo de la nueva LOE de Zapatero) y de las subvenciones del Partido Popular, por ejemplo de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, lanzan los grupos de orgullo gay, como la Fundación Triángulo o COGAM, gente muy preocupada por la educación de nuestros pequeños, que incluso forman a profesores en educación sexual.

Ahí les dejo el hedor, para que lo lean a gusto (siempre, como digo, que tengan el estomago vacío). ¿Se imaginan que una asociación heterosexual, es decir, normal, enseñara a los niños que el novio debe introducirle el puño y antebrazo por el recto a su novia? Se imaginan ustedes que una asociación normal, es decir, heterosexual, recibiera dinero público por animar a los adolescentes de 13 años a que copulen bajo el efecto del alcohol y las drogas? ¿Se imaginan ustedes que una ONG normal, es decir heterosexual, irrumpiera en el sistema educativo a través de una ley orgánica y se sintiera autorizada, vaya que si lo están, para exigir a los profesores cómo enseñar a los adolescentes de 13 años a darse por el ano y comerse un culo?

Pues eso es justamente lo que financian el PSOE y el PP, la izquierda y la derecha españolas, y lo que venden como el acabóse del progresismo. Lean, lean el informe de Minuto Digital.

¿Les ha resultado este un artículo desagradable, ordinario, vulgar, vomitivo? A mí también, pero esto es homosexualidad, que sí es cosa vulgar y muy cochina. Pero en el PSOE y en el PP lo llaman diversidad y se lo pagamos con nuestros impuestos.

Y es que estos chicos, los gays, están muy marginados. Antes incluso los encarcelaban. Lo cual es un horror y un error: donde había que meterlos es en una ducha, a ser posible de agua fría, más que nada para que se les limpiase el cuerpo y el alma.

Eulogio López