Cuando se cumplía un año del Gobierno Zapatero, el Presidente comparecía ante los medios. El director de Información de Hispanidad, Luis Losada, le pedía un balance sobre las relaciones entre el Ejecutivo la Iglesia Católica. Zapatero aprovechó para resumir la idea de todo comecuras. Buenas, claro esta, vino a decir. La Iglesia es perfectamente libre y ningún cristiano tiene por qué sentirse acosado.

Y es muy cierto. Pero ahora, no se ha incendiado ningún convento, aunque los pirómanos de la II República no fueron el Gobierno ni la policía: estos se limitaron, simplemente, a no hacer nada. Tampoco en la Rusia de los soviets se quemaba Iglesias: es más se destinaban a usos sociales, culturales y deportivos: To pal pueblo. Si alguien acababa en el Gulag o en un campo de re-educación, no era por sus creencias, sino por haber cometido un delito, probablemente influido por el fanatismo de creer en Cristo.

En España ocurre lo mismo. Ni Zapatero ni Fernández de la Vega, ni tan siquiera Rubalcaba se dedicaban a matar curas. Sin embargo, no pueden impedir que algunos medios de información y algunas fuerzas sociales, por ejemplo los gay, protesten contra el fundamentalismo católico, que no deja de ser una reiteración.

No pueden impedir, por ejemplo, que el grupo PRISA, de un hombre tan serio y formal como D. Jesús Polanco, independiente del Gobierno (muy cierto, es el Gobierno quien depende de PRISA) se encargue del trabajo sucio. Se encargue por ejemplo, de blasfemar en sus medios y crear un ambiente, una atmósfera, donde se aplaude la Cristofobia y se amenaza a los cristianos que se atrevan a levantar la voz.

Así que con mucho gusto cedo este espacio a la plataforma www.hazteoir.org, quien continúa con su campaña de boicot al grupo Prisa-Sogecable (El País, Cadena Ser, Canal Plus, Vía Digital y Localia, principalmente) por su obsesión antirreligiosa. Razones, pues algunos detalles, como el de la inefable demócrata Gemma Nierga, que graba confesiones sacramentales en iglesias de Madrid para emitirlas luego por la Cadena Ser. Pueden ustedes escuchar a estos intrépidos reporteros defecando sobre la intimidad humana y divina. Pero los responsables no son ellos, los responsables son quienes lo autorizan, sus jefes: Jesús Polanco, y Juan Luis Cebrián, que son, dicho sea con toda caridad, un poquito cabroncetes, maldigo el uso del diminutivo.

La campaña de Hazteoir se inició en diciembre de 2004, pero créanme, es necesario profundizar en ella. Entre otras cosas porque estamos en vísperas del juicio contra los dos jóvenes que cometieron el crimen de prenderle fuego a un rollo de papel higiénico que formaba como es lógico, parte del decorado de la obra blasfema que se representó en el Círculo de Bellas Artes, y gracias al cual un mindundi logró fama y fortuna. Las denuncias contra esa ofensa a los cristianos fueron archivadas, pero a los dos hermanos que se atrevieron a boicotear la ofensa, les pueden caer siete años de cárcel (los que pide el fiscal) o 10, reclamados por la abogada Cristina Almeida, siempre al servicio del débil.

(Ver dossier de Hazteoir sobre ataques a la Iglesia)

Eulogio López