Sr. Director:
El Papa acaba de denunciar en la FAO la opulencia y el despilfarro de occidente, cuando en otras partes del mundo millones de personas pasan hambre y miles de niños mueren diariamente de desnutrición.

 

A pesar de ello y de la crisis, en las próximas Navidades continuaremos comprando más comida de la necesaria para celebrar las fiestas, y nuestros hijos recibirán multitud de regalos de parte de padres, abuelos padrinos y tíos, de los cuales apenas harán caso a los pocos días.

No estoy en contra de que celebremos la fiesta más importante del año con algún extra y alegremos a nuestros pequeños con algún detalle que les haga ilusión, pero sin caer, como sucede con frecuencia, en la opulencia y el despilfarro como nos pide el Papa.

Y que lo que podamos ahorrar con unas navidades más sobrias, lo destinemos a los que están peor que nosotros, que pueden ser del tercer mundo, pero quizá también puede ser que los tengamos mucho más cerca por causa de la crisis.

José Pauner Sala