El pasado 26 de octubre, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó por 52 votos a favor y ninguno en contra, el Proyecto de derogación del art. 165 del Código Penal. De esta forma se acababa con la despenalización del aborto terapéutico, una ley que en Nicaragua ha tenido vigor durante cien años. Por una vez, en materia de aborto, el legislador ha reflejado la oposición popular hacia esta práctica, que rechaza el 71% de los nicaragüenses.

Y ello a pesar de las presiones internacionales y de los esfuerzos del Gobierno Zapatero, que quería exportar el modelo español, incluido el supuesto de peligro para la salud física y psíquica de la madre, auténtico coladero que ha convertido a España en paraíso del aborto. Lo cuenta Noticias Globales.