A estas alturas todo el sector bancario español -tanto bancario como cajero, o lo que queda de él- considera que la gestión de Miguel Ángel Fernández Ordóñez no ha sido mala sino peor.

Nos ha metido, con el gobierno Zapatero por banner, en una reforma de cajas que nunca debió realizarse y, encima, pretende aplicar Basilea III por anticipado en un país como España.

Pues le da lo mismo. Al igual que la persona que le nombró, es decir, Rodríguez Zapatero. MAFO considera que no hay mejor defensa que un buen ataque. Lean el discurso pronunciado por MAFO con motivo del vigésimo aniversario del diario económico Expansión. No tiene desperdicio pero tampoco provecho alguno. Según el gobernador, su gestión ante la crisis ha sido impresionante y la de las autoridades gubernativas -las de la gobernanza-, así como las del BCE, también. La pregunta entones es: ¿Por qué no sólo no salimos de la crisis financiera, tanto privada como de deuda soberana, e incluso la estamos acelerando? De hecho, nadie sabe cómo va a terminar el carajal de las cajas de ahorro, antaño la joya financiera e industrial española y hoy una especie de dolor de muelas que nadie sabe cómo va a terminar.

Mención aparte en su formidable discurso merece la parte que podríamos calificar de metodológica. En otras palabras, para MAFO un banco bueno es un banco grande y lo que hay que hacer para salir de la crisis es propiciar grandes fusiones. Así nos va.  

Eulogio López

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