Sr. Director:
Pasado un mes del boom informativo "Mandela" me parece oportuno hacer alguna aclaración.Algunos comentaristas de la actualidad no han dudado en señalar que no sería de extrañar que entre los numerosos honores se gestase una comisión que abriese un eventual procedimiento de canonización papal.
Sin duda, una suposición exagerada pero que nos ayuda a pensar en la gran repercusión espiritual de este hombre que fue el más libre de los presos, el más valiente de aquellos para los que la libertad, regalo de Dios, es un valor que bien vale una vida. No obstante, por muchas virtudes que le reconozcamos le falta lo esencial, no lo olvidemos, para poder subir a los altares.

Jesús D. Martínez