• El sondeo Navarrómetro tiene una lectura regional clara y otra, más interesante, a escala nacional: Rajoy y Sánchez estarán temblando.
  • Las dos fuerzas que han asegurado la gobernabilidad de la Comunidad Foral hasta ahora se despeñan: UPN baja de 19 a 8 escaños y los socialistas, de 9 a 5. El PP cae de 4 a 1.
  • El debate no está ya entre nacionalistas vascos (siguen en el 30%) y no nacionalistas: Podemos ganaría con 18 de los 50 parlamentarios.
  • Entre el partido de Pablo Iglesias (35,48%) y EH Bildu (20,76%) superan el 50% de los votos.

El cambio en el mapa electoral de la Comunidad Foral, si se confirma el Navarrómetro, el sondeo de intención de voto presentado este viernes en el Parlamento autonómico, es de vértigo. Por ejemplo, podrían gobernar juntos Podemos y EH Bildu (la antigua Batasuna) si llegaran a un acuerdo. Pero más que eso, una hipótesis como otra cualquiera, lo que muestra el sondeo es una 'declaración de castigo' en toda regla al gobernante UPN (la actual presidenta, Yolanda Barcina, ya ha anunciado que no repetirá como candidata) y a los socialistas. El impacto, en fin, sacude a todo el arco parlamentario navarro y es perfectamente ampliable al resto de España. Hay una sintonía clara con los datos de la última encuesta del CIS y de otros análisis, con metodología matemática, como el de Conento, que apuntaba victoria en las generales de Podemos con 116 escaños, frente a los 109 del PSOE y los 87 del PP.

Primero los datos. La formación de Pablo Iglesias sería la fuerza más votada y ganaría las elecciones con 18 de los 50 escaños del Parlamento foral. Le siguen los 'abertzales' de Bildu, con 11, tres más de los 9 que tienen ahora. ¿A costa de quién No hay más que una explicación: el descalabro de los dos principales partidos, UPN y del PSN; o sea, los mismos que han garantizado en los últimos años la gobernabilidad de Navarra frente a un enemigo común: el nacionalismo vasco, que agrupa, con sus distintas variantes, en torno al 30% de los votos. UPN bajaría de 19 a 8 escaños y los socialistas de 9 a 5. En esta y anteriores legislaturas se han sostenido más o menos entre ellos. En la actualidad, con 28 parlamentarios, que bajarían a sólo 13 según el sondeo. El PP, mientras, peleado con UPN, también se despeñaría: perdería tres escaños (pasaría de 4 a 1).

En el resto de las formaciones apenas hay cambios. Izquierda Unida sumaría un escaño más (de 2 a 3) y Geroa Bai, la formación que lidera Uxue Barkos, pasaría de 2 a 4. UPyD, que no tenía representación, lograría 1 escaño. Los votos que corresponden a los seis escaños actuales que tiene Aralar-NaBai, la formación de Patxi Zabaleta, se repartirían entre los nacionalistas, Geroa Bai o Bildu, aunque hay notables diferencias entre ambos. Geroa Bai presenta una cara más amable.

El sondeo es la 'comidilla' en la Comunidad Foral y no es para menos aunque pocos se lo creen de verdad. Por un lado, son claras las afinidades entre Podemos y Bildu. Ambas formaciones coinciden en el credo ideológico marxista leninista, que les podría hacer compañeros de viaje, pero les separa el otro credo, el independentista. Una una cosa es decir "cuando peor, mejor", como el revolucionario bolchevique -a río revuelto ganancia de votos-, y otra muy distinta gobernar para que vayan mejor. Pablo Iglesias es comprensivo tanto con la revolución como con la causa del derecho a decidir de los pueblos. Lo ha dejado claro a raíz del problema catalán. Pero eso es una cosa y otra entenderse con Bildu, más difícil que plantar patatas en una terraza urbana. En fin, un guirigay: tengan en cuenta, además, que los 'abertzales' de la antigua Batasuna quieren meter a Navarra en el mismo saco que Euskadi para la independencia, algo que provoca urticaria en la mayoría de navarros.

Al margen de las hipótesis, de confirmarse el sondeo -es eso nada más, un sondeo, y el voto, emocional siempre, cambia como las estaciones- el 'trastazo' afectaría a mucho más que el bipartidismo. Los datos son interesantes tanto por lo concreto (Navarra es una comunidad gobernada actualmente en minoría por UPN) como por la tendencia que puede mostrar en una traducción a escala nacional. La irrupción de Podemos no afecta sólo a la izquierda, también a la derecha. Algo de eso le ha debido dejar ya bien clarito Pedro Arriola a Mariano Rajoy. Nos hacíamos eco de ello al escribir sobre el histerismo del Rajoy, la impotencia de Pedro Sánchez y el ridículo de Pablo Iglesias.

El 'asombro foral' no deja lugar a dudas en porcentajes de votos: el 35,48% para Podemos, al que sigue, con el 20,76%, EH Bildu. Entre los dos, por tanto, más del 50% de los sufragios. El resto se lo repartirían entre UPN (15,34%), PSN (9,71%) Geroa Bai (el 8,59%), Izquierda Unida (4,19%), PP (3,17%) y UPyD (2,76%).

En otras palabras, el duelo ya no estaría, como hasta ahora, entre nacionalistas y no nacionalistas, sino entre más o menos izquierda. Los nacionalistas conservarían el tercio de votos que ya tienen, pero la irrupción de Podemos cambiaría el guión a todos los partidos.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com