Sr. Director:

El lobby abortista se desespera porque la gente sigue pensando que hay vida humana en estadios tempranos del desarrollo embrionario.

Cuando el embrión apenas se ve a simple vista, el sentido común de los adultos razona así: Para saber si ese milímetro de carne es o no es persona y en tanto los biólogos sigan estableciendo convencionalmente qué cosas cabe considerar como decisivas para que se pueda afirmar con seguridad de que tal milímetro es vida humana y cuales otras no.

Y como, por otra parte, el mercado carezca de aparatos que midan parámetros vitales distintos a los requeridos por los biólogos... el elemental principio de precaución exige esperar para ver que da de sí aquel milímetro. Si nueve meses después aparece un bebé resulta evidente que aquel milímetro se trataba ya de una persona real. Evidentemente, un milímetro de blastocito no es lo mismo que 540 milímetros de bebé recién nacido (hay una diferencia de 539 mm), pero en cambio es el mismo ser (igual dotación genética e igual alma). Ni el Sistema Métrico Decimal ni cosa similar son referencias adecuadas que un biólogo serio deba utilizar como argumento de peso para determinar qué es o qué no es la persona humana. Esto es lo que sugiere el sentido común de cualquier adulto sensato, sea o no biólogo. Algunos adultos no aceptan lo anterior y justifican el aborto.

No obstante este grupo suele rechazar al aborto cuando se entera de que el feto sufre dolor durante el legrado o la aspiración (hay un vídeo del Dr. Nathanson donde se filma un proceso abortivo que muestra de forma inequívoca el sufrimiento del feto). Por esta razón, las clínicas abortistas perdieron muchos clientes proabortistas. Ahora sale a la luz una polémica publicación donde se afirma que, antes del sexto mes de embarazo, el feto no sufre. Aquellas clínicas están aireando el dato y yo me pregunt

1) ¿Qué aparato se utilizó para medir el dolor?
y 2 ) ¿La mera ausencia de dolor hace buena la opción proaborto?

Xusto Otero González

xogo@edunet.es