José Manuel Contreras exige conocer el pacto de accionistas firmado entre Mediapro y Televisa, mientras nadie desembolsa el dinero. Juan Torres (DRIVE) insiste en vender su 10%, y los mexicanos de Azcárraga confían en tomar el control gracias a las querellas entre los socios españoles. En teoría, La PSOExta retransmitirá los partidos del Mundial de Fútbol de Alemania a un 70% de los hogares españoles, pero algunos rebajan ese porcentaje hasta el 35%. El resto de los telespectadores, cláusula secreta, podrían ver los partidos por la Cuatro de Polanco (además de en pago por visión con Digital , naturalmente)

Con intelectuales de la talla de Santiago Segura y Patricia Conde, y la presencia de un pluralista elenco de personalidades, entre los que cabe destacar al ministro socialita Montilla, el presidente socialista de la Generalitat, Pasqual Maragall, y la vicepresidenta socialista del Congreso, Carme Chacón, se cortó la cinta inaugural de las emisiones de La Sexta. Naturalmente, en Barcelona, con Mediapro por bandera. Mediapro es el producto cultural más señero del socialismo catalán ya saben, ese partido que tiene una delegación en Madrid llamada PSOE-.

Un pluralismo que se ha dejado ver, además, en la pirámide de gestión. Al frente de La Sexta, ya conocida como la PSOExta, dos hombres comparten el control: José Miguel Contreras, socialista, asesor del presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, como antes lo fue del socialista Felipe González, y Jaume Roures, de Mediapro, agitador socialista del mundo del espectáculo y pieza clave de la campaña del PSOE contra la Guerra de Iraq.

Para lanzar un canal nuevo en un mercado difícil, Globomedia ha pagado 100 millones de euros a Telefónica para retrasmitir el Mundial. En teoría, cuando comience el Mundial, la antenización de la PSOExta habrá alcanzado el 70% de los hogares, el cálculo es muy optimista, y lo cierto es que podría quedarse en el 35%. En cualquier caso, La Sexta trabaja contra reloj.

Otro aspecto del acuerdo que no ha trascendido es que en la pelea entre Polanco (la Cuatro) y Contreras (La Sexta) hay una cláusula secreta firmada entre ambos grupos que no se ha hecho pública: no sólo es que Digital trasmita el Mundial en pago por visión, es que se abre la posibilidad de que Polanco pueda trasmitir en abierto los partidos en aquellas zonas del país donde no llegue su competidor.

El vendedor, César Alierta, presidente de Telefónica, se ha visto sometido a todas las presiones de los dos postores: Polanco como socio de Sogecable; La Sexta, utilizando sus contactos gubernamentales para doblarle el pulso a la Compañía. Al final, Telefónica optó por la solución salomónica, incluso los más pérfidos aseguran que salomónica ha sido la financiación de la compra. En otras palabras, como comprador oficial ha aparecido La Sexta, pero la mitad de los precitados 100 millones de euros ha corrido a cuenta de Polanco. No por un servicio, sino por dos: la retransmisión de los partidos del Mundial en Digital bajo la fórmula de pago por visión y la retransmisión en abierto por la Cuatro en aquellas demarcaciones a las que no llegue La Sexta.

Pero no sólo los dos canales más socialistas (con permiso de RTVE) están enfrentados por el negocio y la cuota de mercado, sino también hay batalla interna en el seno de La Sexta. Así, los mexicanos de Televisa no mandan nada, cuando han aportado (y ya desembolsado) un 40% del capital. Precisamente por eso, Contreras no logró firmar un acuerdo con Zeta y Grupo Godó. Porque quería tenerlos como ricos capitalistas sin mando en plaza. Así que ni tan siquiera las presiones del Gobierno sirvieron para hacerles cambiar de opinión.

Ahora bien, Televisa pasó por el aro y jugó, al mismo tiempo, sus bazas. Por ejemplo, a día de hoy, a José Manuel Contreras, consejero delegado de la nueva cadena, el hombre de Globomedia, le preocupa una sola cosa: conocer el pacto de accionistas firmado por Televisa y Mediapro porque entre ambos suman el 50%. Por de pronto, Roures ya le ha impuesto una presentación en Barcelona, a pesar de que Contreras es todo un centralista.

Y hay más. Juan Torres, propietario de un 10%, que representa José Manuel Lorenzo, ha puesto en venta, tal y como informara Hispanidad, su paquete del 10%. Citigroup es la entidad encargada de colocarlo. Considera el ex socio de Florentino Pérez que si no va a mandar, no merece la pena estar ahí. Además, está cansado de que los socios industriales (Globomedia y Mediapro) no pongan dinero fresco y él sí. Mediapro tuvo la osadía, algunos dicen caradura, de presentar avales de entidades públicas catalanas. Quizás para demostrar su independencia del Gobierno. Para algunos, y a pesar de los esfuerzos de La Moncloa para quedarse un canal a medida, al final será Televisa quien se haga con el cotarro aprovechando la división entre los socios españoles. José Miguel Contreras lo niega argumentando que la ley española prohíbe a un socio no comunitario tener más del 40% de un canal de televisión. Pero las leyes pueden cambiarse.

En cualquier caso, el oligopolio informativo credo por el PSOE continúa. Salvo el caso de A-3 TV, que como propiedad de Lara se aproxima más al PP que al PSOE, pero sin alardes, el resto de los canales de TV son pro-gubernamentales, algunos descaradamente filosocialistas. También Tele 5, propieda de Berlusconi, aunque este caso no lo entienden ni en Italia.