El abogado Javier Cremades y el notario Juan Bolás lideran un proyecto en el que también participa Guillermo de la Dehesa, Miguel Ángel Eced, Rafael Pujol y el ex ministro Julián García Vargas, entre otros. Tratarán de intermediar entre la direccion de las compañías y los accionistas minoritarios con vocación institucional en medio y largo plazo. De momento, no quieren hacer valoración sobre las crisis de Recoletos, Aldeasa o Terra. Integrarán a la Asociación de Minoritarios de Avanzit, pero no a la de Terra.

Ambiente de ilusión en la presentación de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC). La voz cantante se la llevó el abogado Javier Cremades, cuyo despacho servirá, al menos en sus inicios, de sede social de la Asociación. El origen de esta iniciativa surge de la inquietud de los minoritarios del BBVA ante la posibilidad de que Sacyr, con un pequeño porcentaje del accionariado, controlara la actividad bancaria, según Miguel Ángel Eced, vicepresidente primero de la Asociación y ex director general de Correos y Telecomunicaciones. Sin embargo, el presidente de AEMEC, Juan Bolás, explica que la Asociación nació cuando tuvo el suficiente amparo legal, ya que la reforma de la Ley de Mercado de Valores, de 18 julio de 2003, establece explícitamente la posibilidad de crear sindicatos de accionistas que ofrezcan una representación a los socios minoritarios en lugar de la representación específica para cada Junta vigente hasta entonces.

La vocación de AEMEC, según explicó Cremades, es ofrecer representación institucional de los accionistas minoritarios a medio y largo plazo. Para ello, mantendrán desayunos de trabajo con los presidentes de las sociedades cotizadas donde pedirán que se les ofrezca la misma información que las compañías suelen suministrar en los roadshow a analistas y fondos de inversión. Por otra parte, AEMEC aspira a poder canalizar los intereses de los accionistas minoritarios, que serán expresados, principalmente, a través de los foros de Internet creados en su página web (www.accionistasminoritarios.com o www.aemec.org). Su presidente, Juan Bolás, explica que en caso de que haya una divergencia de las opiniones de los distintos minoritarios primará la de él, mayoritario entre los minoritarios. Por su parte, Cremades se mostró muy orgulloso de la novedad jurídica diseñada por el equipo gestor de la Asociación, que ha creado 35 sindicatos de accionistas latentes, dispuesto a ser activados en cuanto exista una masa social suficiente. Esta iniciativa ha sido positivamente bien recibida por parte de la dirección de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con la que se reunieron por deferencia institucional, explicó el abogado y secretario general de AEMEC, Javier Cremades, aunque matizó que la Asociación no ha sido iniciativa de la CNMV.

Cremades ha insistido en varias ocasiones en que la Asociación tiene vocación de representación institucional y, por tanto, no ha querido responder a las preguntas planteadas en relación a los asuntos actualmente en crisis: Aldeasa, Recoletos, Terra o Avanzit. Queremos evitar que esas crisis se produzcan y no tenemos voluntad de apaga-fuegos, señala Miguel Ángel Eced. Sin embargo, el secretario general de la AEMEC informa que analizarán a fondo la OPA de exclusión de Aldeasa en la próxima reunión de la Junta Directiva, y no descartan llevar ante ésta los otros asuntos en crisis. Desde luego, Avanzit será uno de los puntos de la agenda, puesto que la Asociación de Minoritarios de Avanzit será integrada en AEMEC en los próximos días. Nosotros tenemos una gran fuerza asociativa, pero nos faltaba el paraguas jurídico que nos ofrece AEMEC, explica un representante de los minoritarios de Avanzit.

En cambio, la Junta Directiva de AEMEC no quiere saber nada de acuerdos de colaboración con la Asociación de Accionistas de Minoritarios de Terra (ACCTER). No la mencionan explícitamente, pero sí manifiestan distancia con actitudes exageradas o ajenas al sentido común. Es posible que algún accionista agraviado quiera quemar unos neumáticos en la puerta de la CNMV, pero ahí no nos van a encontrar, señala Cremades. También manifiestan distancia con las asociaciones de usuarios de servicios financieros (Adicae y Ausbanc) sobre los que manifiestan máximo respeto a sus fines, que califican de legítimos, pero no los propios.

En cuanto a la representación de los intereses de los minoritarios, no existe un criterio claro por parte de los miembros de la Junta Directiva. Juan Bolás apunta a que su objetivo es que las juntas de accionistas ejerzan verdaderamente como juntas soberanas, mientras que Cremades apunta la posibilidad de estar presente en el Consejo de Administración, siguiendo el modelo de los sindicatos de accionistas británicos o norteamericanos. 

Respecto al funcionamiento interno, los asociados pagarán una cuota, que Bolás califica de simbólica, de 60 euros al año, con independencia de la participación accionarial de cada socio, es decir, una cuota lineal. No podrá haber oposición a la entrada de nuevos socios, siempre que cumplan con los requisitos de ser accionistas minoritarios. Por lo tanto, tendrán vetada la entrada los socios mayoritarios. Con los 60 euros de cuota anual se pretende financiar la estructura que comprende técnicos, que trabajarán en la Asociación. También se financiarán becas de estudio para realizar tesis doctorales sobre los derechos de los minoritarios en España y en el Derecho comparado. En todo caso, la Junta Directiva deja claro que ninguno de sus integrantes tiene voluntad de ánimo de lucro, porque, si no, probablemente estaríamos haciendo otras cosas. Hay mucho de non profit y de ilusión por la idea de construir sociedad, señala Cremades.

Lo único que llama la atención es la presencia de Guillermo de la Dehesa. El ex secretario de Estado de Economía con los socialistas siempre se ha distinguido por representar a las grandes empresas, no a los pequeños accionistas. En la actualidad, es consejero del primer banco del país, Santander Central Hispano.