El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, anunciaba en la mañana de este miércoles su previsión de mora para el cierre de ejercicio: 3,5% para España y para el Grupo. No obstante, advierte que ése no será probablemente el techo y que los ritmos de provisiones no van a bajar en los próximos años; perdón, quito la s, en el próximo año. Para el segundo semestre, las provisiones pasarán de los 4.500 millones a los 10.000. Aún así, Sáenz sostiene que se van a desacelerar

El optimismo reinante parece querer convencernos de que el Rey está vestido. Pero no es cierto. Las cosas no marchan bien. Es verdad que el segundo trimestre ha permitido una cierta ralentización de las entradas de mora. Una desaceleración que no impide su crecimiento. No obstante, las perspectivas para el segundo semestre no son de mejora de la tendencia sino más bien lo inverso.

El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, calcula que la morosidad crezca del 2,7% actual al 3,5% para España y el grupo a finales de año. Pero advierte que probablemente este no sea el techo. Es decir, que va a seguir subiendo en el futuro. Y no sólo eso sino que el crecimiento de las provisiones hará que se cierre el ejercicio con 10.000 millones de provisiones. Teniendo en cuenta que el semestre ha cerrado con cerca de 4.500 millones, a eso se le llama aceleración de la mora y de su provisión. No obstante, Sáenz lo intenta y asegura que se está produciendo una desaceleración. Para entendernos: en términos absolutos se está produciendo un crecimiento, pero en términos de segunda derivada, como me enseñaban en el colegio, hay una desaceleración. Los números no dicen lo mismo. Pero da igual, Sáenz saca pecho y afirma en dos ocasiones que el Santander es el banco con mayores beneficios del mundo exceptuando China. ¿No está en el mundo?

Con todo, lo peor es que las perspectivas para el futuro no son nada halagüeñas. A Sáenz le falla el subconsciente y afirma que los ritmos de provisiones no van a bajar en los próximos años; perdón, quito la s, al menos en el próximo año. El consejero delegado del Santander es muy consciente de que la segunda oleada de morosidad está a la vuelta del verano y que las perspectivas de recuperación son más bien inciertas.

Y eso tendrá efecto inmediato sobre la política de dividendo y sobre las decisiones del banco. Mantienen supuestamente el mismo dividendo con un pay-out del 50%. La cuantía es la misma porque supuestamente el beneficio será el mismo. Pero cuando le preguntan si superarán el beneficio del 2008 responde tajantemente que no, que estarán cerca. Por otra parte, supuestamente el dividendo se pagará en cash. Pero ya habrá opción en noviembre a que sea en derechos. Y si el accionista no dice nada, serán derechos, por sugerencia de la autoridad pertinente. O sea que aplican la misma política que el BBVA, pero de tapadillo.

Y más: sacaran a bolsa el 15% de su filial brasileña. Y no para hacer compras, aclara Sáenz, sino para reforzar el capital. Y es que el incremento de la morosidad está empezando a erosionar la solvencia de la entidad. Y hay que reforzar como sea: con ampliaciones de capital, sacando paquetes a la venta o de manera orgánica. De hecho, los 270 millones de euros liberados por el cambio de la normativa contable del Banco de España se han dedicado íntegramente a reservas específicas voluntarias. O sea, también sugeridas por el gobernador MAFO.