Sr. Director:
El Parlamento Europeo abrió, el pasado día 16, la puerta de la Unión a la huerta marroquí.

 

El voto negativo, en bloque, de los eurodiputados españoles nada pudo hacer en una votación en la que prevaleció la voluntad de los países del norte de Europa de alcanzar productos mediterráneos a más bajo precio.

Pienso que el día 16 nuestro campo recogió su peor cosecha tras la pésima negociación llevada a cabo por el saliente Gobierno socialista español y convirtiéndose en el pagano de ese fraude.

Ahora sólo cabe vigilar fronteras, para evitar un "coladero" como ha sido hasta ahora, y exigir compensaciones a la UE.

Domingo Martínez Madrid