Sr. Director:

Según el diario Telegraph, un agente policial musulmán acusó a dos predicadores cristianos de difundir enseñanzas bíblicas a ciudadanos islámicos, en pleno Birmingham, pidiéndoles que abandonaran su actividad con la amenaza de ser detenidos por "crimen de odio".

"Dijo que estábamos en una zona musulmanes y que no se nos permitía difundir nuestro mensaje cristiano", declaró el acusado. Pero además la policía británica ha decidido no disculparse ante semejante intimidación.

La gravedad de lo que está ocurriendo en Europa estriba en que los guetos islámicos no son sólo impermeables a la cultura que les ha acogido sino que la rechazan con aversión y pueden suponer un peligro para la convivencia.

A medida que estas poblaciones prosperan se hacen plazas fuertes con tendencia a colonizar los alrededores.

Occidente ya no es más que un espectador pasivo que ni siquiera vive a la defensiva. Perdida la fuerza de la fe cristiana inseparable de la cultura milenaria que le dio origen, será pasto fácil para los violentos e intransigentes que castigan con la muerte a los musulmanes apóstatas que abrazan el cristianismo, aun de sus propias familias.

Ana Coronado

corana22@gmail.com