Por lo demás, continúa la división entre quienes pretenden cerrar el proceso de ventas y quienes lo dejan para después de las elecciones

Gran mosqueo en la compañía Iberia: en calidad de intermediario, el portugués Banco Espirito Santo -el de la metedura de pata de Baltasar Garzón- ha movido, en menos de un mes, el 1,2% del capital de Iberia, aunque no se sabe quién es el comprador final -podrían ser varios-. Ahora bien, en las actuales circunstancias, todo el mundo sospecha que los aspirantes a hacerse con Iberia -en especial British Airways, Air France y Lufthansa- intentarán hacerse con un paquete antes de presentar cualquier oferta.

Oferta que, en firme, aún no ha llegado. Tampoco la de TPG-BA puede considerarse así: los 3,6 euros por acción sólo era una propuesta orientativa. Respecto a una oferta firme, continúan los retrasos.

Todo ello ha llevado a una división en el Consejo entre los que piden que se cierre definitivamente el proceso de venta, pues los constantes rumores sobre el asunto a lo largo de 8 meses están dañando la imagen y la cotización de la compañía, y quienes son partidarios de mantener abierto el proceso, aunque no se resuelva hasta ver quién gobierna en España en 2008. Desde luego, Cajamadrid ya ha advertido que no dirá nada hasta que no haya una oferta firme sobre la mesa. El Gobierno, por su parte, ya ha advertido que cualquier movimiento deberá dejarse "para después de las elecciones".