El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, informó recientemente sobre la marcha de las negociaciones de las perspectivas financieras de la Unión Europea 2007-2013. Supuestamente, la buena relación de España con nuestros socios europeos debería propiciar un buen entendimiento. 

Pero no es así. Las negociaciones marchan mal. Y así se lo hizo saber Moratinos a la cúpula de la patronal de la gran construcción, SEOPAN. No habrá fondos de cohesión y, por tanto, no habrá fondos para financiar infraestructuras. En cambio, Moratinos se mostró optimista respecto a la cuantía. El Gobierno trabaja en obtener los mismos fondos por la vía del I D, fondos de desarrollo rural, etc.  

Es decir, el mismo argumento esgrimido por el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. El problema -destacan en el PP- es que España no tiene capacidad para absorber tanto volumen de ayuda en I D, porque no estamos preparados para ello. Y lo más curioso, el ministro de Economía, Pedro Solbes, comparte este criterio. 

El problema de la "cohesión" del Ejecutivo Zapatero es que la autoridad está diluida. Y ya se sabe: muerto el pastor, se dispersan las ovejas. Y así, Solbes  y Moratinos andan rivalizando a ver quién se queda con las negociaciones sobre las perspectivas financieras de la Unión. Y lo que es peor, mantienen posiciones diferentes respecto a los niveles de exigencia. Coherencia, se llama.