No eran soldados sino estudiosos del arte pero, sin embargo, arriesgaron su vida por rescatar, restaurar  y devolver hasta cinco millones de obras de arte robadas por los nazis durante la ocupación. Este grupo de héroes recibieron el nombre de Monuments Men y Georges Clooney, con buen ojo, los ha sacado a la luz en un largometraje  donde el popular actor también ejerce de director.

Narrada con el estilo de las películas clásicas bélicas, donde el valor y la camaradería   se combinan con el humor, Monuments Men sigue los pasos de un grupo de estudiosos de arte, de varias nacionalidades, que fue enviado,  en el año 1944, a diversos países europeos mientras los alemanes se replegaban. Su objetivo era reconocer la calidad de las obras robadas por los nazis, muchas de ellas procedentes de colecciones privadas de judíos,  cuyo destino final era un futuro Museo del Fürher que se iba a instalar en la ciudad de Linz. En este entretenido filme, se recopilan algunas de las curiosas peripecias a las que se enfrentaron estos hombres que nada sabían de armas sino del significado que esas obras de arte tenían dentro de la civilización occidental.    

Georges Clooney, fiel a su estilo, ha reunido a un plantel de actores impresionante que, a la postre, es  uno de los grandes aciertos de la película. Por citar algunos reconocerán a Matt Damon, John Goodman, Bill Murray, Cate Blanchett, o al oscarizado Jean DuJardin.

Tras su paso por Berlín, a Monuments Men le han llovido las críticas: lo han acusado de ser muy  ligero y de desaprovechar una historia magnífica. Sobre esto último estamos en total desacuerdo: Georges Clooney ha apostado, en esta ocasión, por una película comercial, en  un relato  que ha rodado con gracia y que va destinada a todo tipo de públicos y eso, pese a quien pese, también tiene su mérito. 

Para: Los que vayan al cine a pasar un rato entretenido. Puede agradar especialmente a los aficionados a la Historia