"Posicionamientos a priori, no. Cuando surja el hecho ya diremos lo que tengamos que decir". La frase es horrible, por lo de "posicionamiento" y por lo de "a priori", pero fue la respuesta del ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Montilla, ante la siguiente pregunta de Hispanidad: ¿Cuál sería la actitud del Gobierno Zapatero si una empresa energética, por ejemplo gasista, se lanzara a una fusión amistosa con una eléctrica?

 

Lo cierto es que en el sector prosiguen los rumores sobre una fusión entre Endesa y Gas Natural o entre Fenosa y Gas Natural (o entre las tres). El nuevo Gabinete está menos obsesionado con la libre competencia que el equipo del Partido Popular. Ahora bien, todas las partes implicadas dan por hecho que el verano se nos ha echado encima y que el nuevo Gobierno debe cambiar los planteamientos jurídicos, así como los criterios de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que prohibió la fusión de Gas Natural e Iberdrola.

 

Minutos antes, Montilla inauguraba la Asamblea Anual de Sedigas, un sector que crece como la espuma, pero que en España sigue aleteando alrededor de una empresa: Gas Natural. Todo el sector energético esperaba con impaciencia la primera intervención pública del ministro, que ha colocado como secretario de Estado de Energía a Antonio Fernández Segura, un experto en modelos de crecimiento industrial, siempre ligado al PSOE y cuya última ocupación ha sido asesorar al presidente socialista asturiano Vicente Álvarez-Areces.