Ambos son socialistas pero el responsable de Industria en el Gobierno Zapatero no está dispuesto a admitir que su correligionario, el comisario de Economía, Joaquín Almunia, presione a España para que suprima la acción de oro, que mantienen determinadas empresas privatizadas, como Endesa, Iberia o Telefónica.

El hombre clave del PSOE en Cataluña que dirige uno de los departamentos más importantes del Gobierno español se mesa los cabellos cada vez que oye a Almunia que España debe suprimir la acción de oro, mientras la Comisión ni se preocupa de advertir a Francia que algún día deberá privatizar sus empresas públicas. Montilla se dedica a proteger la españolidad de determinadas empresas estratégicas, mientras el muy europeísta Almunia le pone en el brete de tener que rechazar, por razones políticas, cualquier agresión de empresas públicas, especialmente francesas, a compañías españolas ya privatizadas. Y no le falta razón.