El gran éxito popular de la maravillosa película de Christophe Barratier, Los chicos del coro, ha propiciado que llegue a nuestras pantallas, con tres años de retraso, Monsieur Batignole, una conmovedora tragicomedia que tiene como director, productor, guionista e intérprete al actor Gerard Jugnot, el inolvidable profesor de música de la mencionada película de Barratier.

En esta ocasión el escenario de la acción es el París ocupado del año 1942. Edmond Batignole, comerciante de profesión, intenta sobrevivir en un ambiente donde la infamia es moneda de uso corriente. Su vida cambia de rumbo cuando decide luchar para proteger a Simón, un niño judío. Lo que desconoce Batignole es que con esa decisión también ha empezado a salvarse a sí mismo.

Monsieur Batignole es una película sentimental y tierna, con grandes dosis de humor, en la que, no obstante, se denuncia uno de los males más usuales de nuestro tiempo : la cobardía ante situaciones injustas o amorales. Así, en este filme, se deja claro que los civiles franceses, o alemanes, conocían, perfectamente, lo que ocurría en los campos de exterminio pero, por miedo, preferían mirar hacia otro lado.

No les diré que Monsieur Batignole es una obra maestra pero, al igual que Los chicos del coro, tras su visión el espectador se siente mucho mejor que cuando entró en la sala de cine.