Su pacto con IU le obliga a ir contra las propuestas de su propio partido

 

Hay que decir, que de la misma manera que IU se comportó durante el nombramiento de José Antonio Monago como presidente de Extremadura y cumplió su palabra, lo mismo ha hecho el presidente de la Junta a la hora de cumplir con una de las condiciones que pactó con el partido de izquierdas. Ojalá los pactos entre los políticos fueran siempre así y se cumpliera la palabra dada. Otra cosa discutible es si el Sr. Monago tiene razón o no. Está claro que el Impuesto sobre el patrimonio lo único que hace es gravar dos veces el mismo bien y penalizar a los que ahorran.

Pero dejando de lado este aspecto, lo que sí está claro es que las declaraciones del José Antonio Monago en las que ha defendido la implantación del Impuesto sobre el Patrimonio que ha defendido Rubalcaba y que el PP había rechazado en bloque, lo que ha provocado es una grieta en esa piedra monolítica.

Con su postura, Monago ha dado la espalda al planteamiento de su partido y ha defendido que las grandes fortunas del país "den un paso al frente" y colaboren "un poco más". Eso sí, para alejarse un poco de la línea enemiga, ha rechazado la idea que tienen los socialistas sobre este tributo, así como el trato de impuesto de ¡quita y pon, sin una reflexión profunda".

Se ve que estos días, todo son vías de agua en los grandes buques de las formaciones políticas. Tendrán que ir con cuidado para no hundirse. ¡Y todavía quedan dos meses de campaña!

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com