• Dependen de cómo estén las cosas dentro un año y de cómo se encuentre la izquierda de fragmentada: PSOE IU, Podemos y nacionalistas de izquierda, es decir, el Frente Popular.
  • Pedro Sánchez -si continúa siendo el líder del PSOE- sabe que sólo podría aceptar una 'grosse koalition' si el PSOE corriera peligro de desaparecer.
  • Mientras tanto, Rajoy se acerca a Rosa Díez para salvar el Ayuntamiento de Madrid.
  • Y la tentación: enviar a Soraya Sáenz de Santamaría como candidata del PP a la alcaldía de la capital.
  • En paralelo, la buena sintonía entre la vicepresidenta del Gobierno y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Hablamos a un año vista, una eternidad en política. Pero lo cierto es que algo está cambiando en Moncloa. Hasta el momento, Mariano Rajoy (en la imagen), asesorado por el omnipresente -que no omnisapiente- Pedro Arriola, consideraba que tres años de ajuste culminarían en una mejora económica que le devolvería la mayoría absoluta, o casi absoluta, a finales de 2015. Ahora no lo tiene tan claro.

Y ahí entran los escenarios electorales Arriola. El último que se ha introducido en el vademécum de estrategias monclovitas es la posibilidad de que hay que plantear una 'grosse koalition', una alianza a la alemana entre la CDU y el SPD. Un compromiso histórico y hasta histérico, que dirían los italianos, entre PP y PSOE. Con Rajoy como presidente, y Sánchez, si para entones continúa liderando el PSOE, que aún le quedan las municipales y autonómicas

En España, la tesis viene avalada, además, por la deriva nacionalista en Cataluña Euskadi, Valencia y Galicia. En definitiva, evitar un Frente Popular.

Ahora bien, el PSOE, lo lidere quien lo lidere, tiene mucho más que perder que el PP en esa gran coalición. Por tanto, sólo si está en trance de extinción -todo podía ser- no aceptaría esa alianza. De hecho, podría optar por irse al Frente Popular formado por PSOE, IU, Podemos y los nacionalistas de izquierda o por los moderados de CIU y PNV. Bueno, moderados en economía, no en lo referente a la unidad del país.

Ni que decir tiene que ni Rajoy ni Arriola cuentan con el voto católico: le siguen despreciando en la convicción de que por muy cabreados que estén con el PP acabarán votando al PP.

En el entretanto, se trata de salvar lo salvable. Arriola da a la Comunidad Autónoma valenciana por perdida pero ha convencido a Rajoy de que debe mantener a toda costa Madrid capital y Madrid provincia. Por eso, una de las maniobras más sorprendentes de Rajoy ha consistido en el acercamiento a Rosa Díez y su UPyD. De tirarse los trastos en el Congreso don Mariano ha pasado a recibir a doña Rosa en Moncloa como dos buenos amigos. Pero ojo, eso no significa que Rajoy haya renunciado a nombrar a su segunda, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid. Y a ella no le hace mucha gracia. Pero también para eso habrá que esperar.

Además, se ha establecido una buena sintonía entre la presidenta socialista de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría. No olvidemos que Susana Díaz todavía no ha dicho su última palabra para dar el salto a Madrid.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com