El Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes dio luz verde a la compra de la filial de la francesa Carrefour, Puntocash por parte de la compañía española de distribución Miquel Alimentació, dedicada a la distribución tanto mayorista como minorista. Se trata de la primera desinversión realizada por el gigante francés de la distribución en nuestro país.

La decisión resulta interesante porque ambas compañías disponen de 29 establecimientos cada una. De ellos, Miquel Alimentació dispone de 15 centros en Cataluña, mientras que los establecimientos de Puntocash en esa comunidad autónoma son 8. Es decir, que en el mercado catalán podría entenderse como un proceso de concentración que afectara a la libre competencia. No lo ha entendido así el Gobierno. Curiosamente, tampoco el tribunal catalán de defensa de la competencia. ¿Habría señalado lo mismo si la operación fuera la inversa, si fueran los franceses los que adquirieran el 100% de Miquel Alimentació? Se admiten apuestas.