Los aficionados a las comedias familiares recordaran una muy simpática, del año 1968, protagonizada por la improbable pareja formada por Henry Fonda y Lucille Ball y que se titulaba Tuyos, míos, vuestros. Contaba la historia de dos viudos que, al casarse, formaban una numerosa familia compuesta por la friolera de 18 hijos. Pues bien, la película que llega ahora a la cartelera, Míos, tuyos, vuestros, es un remake actualizado de aquella, que cuenta con un argumento tan simpático como la original.

 

La pareja protagonista, en esta ocasión, está encarnada por Dennis Quaid y Rene Russo. El primero, un viudo con 8 hijos, coincide por casualidad con su novia del Instituto, una atractiva viuda que cuenta con una prole formada por 10 vástagos (cuatro biológicos y seis adoptados). Ambos se vuelven a enamorar y se casan por sorpresa, sin comunicar nada a sus respectivos hijos. Desgraciadamente ambas familias tienen poco en común. Los hijos de él, educados bajo una inflexible disciplina militar (el progenitor es almirante de la Marina) chocan con los imaginativos y revoltosos hijos de ella. Como ambas bandas están descontentas, trazan un plan para debilitar el matrimonio y conseguir la ruptura.

 

A Míos, tuyos, vuestros le falta la comicidad que derrochaba esa gran actriz que fue Lucille Ball, pero a cambio Dennis Quaid está fantástico haciendo todo tipo de payasadas para provocar la carcajada. Como es una comedia dirigida a todos los públicos abusa de gags visuales algo ingenuos pero el resultado sigue siendo agradable.

 

Para: Adecuada para ir a verla con los niños de la casa y hacer unas risas.