• El ex ministro de Economía cuestiona cinco errores de los gobiernos de Zapatero que contribuyeron a la "burbuja fotovoltaica".
  • Sebastián dice también que contado, para pincharla, ni con el apoyo del Congreso ni en autonomías controladas por el PSOE.
  • Asegura: "Las primas a las renovables explican buena parte del endiablado déficit tarifario".
  • Se acusa de no haber impedido la "conversión de estos proyectos en un producto financiero de alta rentabilidad"
  • Y se lamenta: "Si se hubiera impedido la reventa de derechos en paquetes de pequeño tamaño, el daño hubiera sido menor".

Miguel Sebastián, ministro de Industria entre 2008 y 2011, es por fin autocrítico con la política energética de su departamento, que apostó desproporcionadamente por las ayudas a las energías renovables. En un tono que ni para ti ni para mí, Sebastián afirma en el último número de 'Cuadernos de Energía', publicado por Enerclub, que "es posible que no hayamos ido demasiado lejos con las energías renovables en España. Pero, sin duda, hemos ido demasiado rápido y cometiendo demasiado errores".

Sebastián no ahorra críticas, aunque aclara que su ministerio se encontró "solo frente a todos" para "pinchar la burbuja" fotovoltaica, porque no hubieran contado con el apoyo del Congreso ni de las autonomías controladas por el PSOE.

El ex ministro cita, en concreto, cinco "errores" de los gobiernos de Rodríguez Zapatero que contribuyeron a la "burbuja". El primero fue, precisamente, el de primar las instalaciones en suelo, en vez de las situadas en los tejados. El segundo -que también cometió Aznar-, "fue no haber incluido las primas a las renovables, que explican buena parte del endiablado déficit tarifario, en el presupuesto del Estado, en vez de en la tarifa eléctrica". El tercero, fijar "de antemano y a ciegas" una prima sin establecer un límite a la calidad. El cuarto, remunerar las tecnologías en función de las horas de actividad, sin topes. Y el quinto y último, no haber impedido la "conversión de estos proyectos en un producto financiero de alta rentabilidad". Añade que "si se hubiera impedido la reventa de estos derechos en paquetes de pequeño tamaño que se colocaban a ahorradores pequeños o inversores internacionales, el daño hubiera sido menor".

De aquellos polvos vienen estos lodos, que diría el castizo. Sebastián explica que "la burbuja fotovoltaica se produjo en la primavera de 2008 ante las propias 'narices' del Gobierno y fue alentada deslealmente por los ayuntamientos y las comunidades autónomas, que daban todo tipo de facilidades burocráticas, algunas apurando al máximo la legalidad, para facilitar la avalancha de solicitudes".

El ex ministro añade que el decreto ley que habría pinchado la burbuja "no hubiera tenido el apoyo mayoritario de nuestra Cámara, ni siquiera el de nuestro propio partido (conviene recordar que el despliegue de huertos fotovoltaicos se produjo en comunidades gobernadas entonces por el PSOE y que recibían la generosa lluvia de primas) al encontrarse en el 'cinturón solar' español".

Miguel Sebastián aclara que las primas a la energía solar "son en realidad una transferencia de rentas desde las pymes y la industria" hacia "los terratenientes o financieros que desplegaron los huertos solares por toda España". Y remacha: "Lógicamente, lo hicieron en aquellos suelos que no valían para el desarrollo inmobiliario, lejos por tanto de los núcleos urbanos, aumentando el coste del transporte".

Mirian Prat
mirian@hispanidad.com