Sr. Director: 
La religión católica,  mayoritaria en nuestro país, fue el domingo pasado abordada con falta de respeto e intolerancia por parte del presidente del Gobierno.

 

Zapatero hizo gala en un mitin de no haber ido, a propósito, a las misas del Papa, en un gesto de desprecio a un jefe de Estado que es, también, una relevante autoridad para la mayoría de los españoles, una revista inglesa, nada próxima a posturas clericales, le consideraba la sexta persona más influyente del mundo, justo detrás de su gran amigo Obama con quien sí va a rezar.

Lástima que entre los 50 más influyentes del mundo, que presentaba la revista citada, no está Zapatero, tal vez actuaciones como estas nos dan el porqué. Y es que mientras Zapatero arremete contra el Papa, según la Memoria anual de actividades de la Iglesia en España, los centros asistenciales católicos atendieron en 2008 a cerca de 3 millones de personas.

Jesús Martínez Madrid