Mientras Juan Pablo II agonizaba en Roma, el Gobierno de Beijing tuvo a bien detener a dos obispos, un sacerdote y un laico. China y Rusia fueron los dos países que Juan Pablo II, más de un centenar de viajes apostólicos, no pudo visitar. En el caso de Pekín, no se debió a la presión de otros grupos religiosos o políticos, sino del mismo gobierno chino, que ha creado su propia Iglesia Patriótica, al servicio del partido. La información la tiene Zenit (Piche aquí).
Ferrovial. Rafael Del Pino canta victoria y se ríe de Pedro Sánchez: "el mercado apoya la salida a bolsa en Estados Unidos"
11/04/24 19:18