Sr. Director:

Cómo serían de diferentes las cosas si  votaran en las urnas los niños. Quiero decir, si el número de hijos menores de 18 años duplicase ( o triplicase) el voto de su madre o también el de su padre, según la cantidad de hijos de una familia. Seguramente se nos prometerían: parkings reservados, descuentos fiscales, remuneración a la madre que no trabaja fuera para educa hijos en casa, cambios en las leyes de educación, bonos gratuitos para transporte público,...Se nos tendría en cuenta. Y es una injusticia que no sea así. Puesto que el futuro inmediato es de los hijos, ellos sufrirán las consecuencias cívicas, económicas o de que sus primos se conviertan en extranjeros y esas nuevas leyes de educación les van a afectar a ellos. Los que las votan ni siquiera tienen hijos o ya no en edad escolar. ¡AAAAh! si votaran los hijos..., seríamos un colectivo, un lobby considerado por el Gobierno...pero, eso sí, tendría que cumplir sus promesas electorales.

Patricia de Donesteve

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