Sr. Director:
Honorable y, si me lo permite, paisano Sr. Montilla:

 

He leído con asombro e incredulidad sus recientes declaraciones sobre las terribles consecuencias que sobrevendrían tras una sentencia del serenísimo y pausadísimo Tribunal Constitucional, declarando inconstitucionales algunos artículos del Estatuto de Cataluña.

Dentro de pocos días en una gran mayoría de colegios e institutos de España se hablará de las bondades y excelencias de la Constitución. Es por esto que a mi hija, desde que asiste al colegio, le vienen diciendo año tras año que la Constitución es la ley de leyes, que todos tenemos que acatarla y que ninguna ley puede prevalecer sobre ella. Al mismo tiempo le inculcan que los tribunales de justicia son independientes de otro cualquier poder y que condicionarles y/o presionarles no está permitido y, por supuesto, sus sentencias han de ser acatadas.

Sr. Montilla, si a mi hija la están manipulando o desorientando, por no decir engañando, le rogaría me lo aclarase. En caso de molestarse en contestarme, y de no hacerlo en castellano, encarecidamente le insto a que lo haga en inglés o alemán, de este modo mis hijos me lo podrán traducir con mayor facilidad que si lo hace en catalán.

Agradecido por su honorable atención le saluda muy cordialmente, y si me lo permite, un humilde paisano.

Manuel Villena Lázaro