Los líderes populistas hispanoamericanos se ceban con la empresa española como reclamo electoral. López Obrador, del PRD, no ha hecho caso ni de la mediación de Fox ni de los pleitos que Eumex ha ganado en los tribunales mexicanos

Con gran aparato policial y mediático, como si de una película se tratara (ver foto), el presidente de la empresa Eumex, filial de FCC, el español Antonio Torres fue detenido hoy en pleno centro de México por la policía del Distrito federal. Eumex ganó el concurso sobre publicidad en marquesinas y mobiliario urbano de una de las ciudades más grandes del mundo. Por entonces López Obrador era alcalde de la capital, cargo que ha abandonado para presentarse a las elecciones a la Presidencia de la República, dejando a su segundo al frente de la alcaldía.

La batalla entre Eumex y el líder del PRD, el candidato mejor situado para suceder a Vicente Fox, viene de atrás, y no es una cuestión de huevo, sino de fuero. Obrador está acostumbrado a que nadie discuta sus órdenes: intentó modificar el contrato y Torres le respondió que lo firmado había que cumplirlo. Acabaron los tribunales y la empresa española ganó en todas las instancias.

Es igual, llegó el periodo de las amenazas y al final, la osadía de Torres ha sido pagada con una detención que pretende atemorizar a la empresa española. Es algo que empieza a ser moda en Hispanoamérica: la detención de empresarios españoles como escarmiento y como reclamo electoral.

Recientemente, la vicepresidenta española, Teresa Fernández de la Vega, con motivo del acoso boliviano, dijo que el Gobierno español protege a los españoles y alas empresas españolas. Pues va a tener trabajo.