El Santander está siendo muy duro con Santamaría y más indulgente con los Sanahuja, que afrontan una deuda de 12.000 millones de euros

En cualquier caso, las dos primeras inmobiliarias de España podrían seguir lso pasos de Martinsa. Se impone la solución Colonial.
Emilio Botín no quiere ni oír hablar de Rafael Santamaría, el hombre de Reyal Urbis. Considera que debería aportar más garantías de su propio bolsillo, siendo que el Santander se ha metido a ladrillero para salvar al grupo, asumiendo activos invendidos del mismo. Las gestiones de José Bono en defensa de su amigo no sirven para un Botín que, ante todo, es banquero.

Menos duro se muestra el cántabro con otro de sus prestatarios, es decir, con la familia Sanahuja, propietaria -directa o indirectamente- del 90% de Metrovacesa. Los Sanahuja deben más de 5.000 millones de euros a un pool de bancos encabezados por  Banesto y donde se cuentan HSBC y Sabadell. Es decir, que la familia catalana comienza cada año dispuesta a pagar más de 400 millones de euros en intereses. Pero es que la propia Metrovacesa adeuda 7.000 millones de euros, lo que suman 12.000 millones. En el caso de la compañía, los prestamistas son Santander y Royal Bank.

En definitiva, las dos primeras inmobiliarias españolas se encuentran al borde del concurso de acreedores o bien de iniciar un proceso Colonial, una inmobiliaria vendida por La Caixa a Luis Portillo -compra con deuda, como siempre- y que, al no poder pagar, fue recomprada por el vendedor a un precio sensiblemente inferior. Eso sí, no creemos que el Santander y el Banesto estén empeñados en coleccionar firmas inmobiliarias.