La canciller quiere adelantar la fecha del apagón de las centrales en Alemania

Sabíamos que la presión de los verdes en Alemania había frenado las intenciones de Angela Merkel respecto a la nuclear. La canciller aceptó prorrogar la vida de las centrales nucleares, en las que vio una abundante fuente de la que extraer impuestos.

Sin embargo, el efecto Fukushima sembró el pánico de los alemanes, azuzados por los verdes. Llegó en el mejor momento para los ecologistas, un año plagado de citas electorales en las que el partido de Merkel, la CDU, ya ha sufrido la importante derrota en Baden-Wuerttemberg.

Sus compañeros de partido no quieren que se repita el fracaso. Así que Merkel imprimirá más velocidad a la política antinuclear para evitar el avance de los poderosos verdes, de la mano del SPD. La verdadera mutación nuclear es que Merkel ha pasado de la prórroga a cambio de impuestos al adelanto del cierre, que es lo que ha propuesto a su ministro de Medio Ambiente, según el diario Handelsblatt. Tras un acuerdo con la oposición, la fecha fijada era 2022, prorrogada en doce años, pero ahora quizás insuficiente para Merkel.

Mariano Tomás

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