La canciller alemana Ángela Merkel ha decidido reducir los impuestos, es decir, ha optado por salir de la crisis a lo liberal -se lo han impuesto sus socios liberales- . ¿Justo lo contrario de ZP?

No, ZP no ha salido de la crisis ni por la derecha ni por la izquierda: sencillamente no ha salido ni se le espera en mucho tiempo. Porque se puede salir por la derecha reduciendo impuestos para aumentar el consumo y rebajando el gasto público, o se puede salir por la izquierda, aumentando la inversión pública. Nuestro insigne Zapatero ha decidido no salir ni por la una ni por la otra, sino por los subsidios públicos.

El plan de Merkel ha consistido en reducir los impuestos, especialmente la pequeña empresa, prolongar la vida de las centrales nucleares (desdiciéndose así de lo hecho en la anterior legislatura) y, esto es lo más relevante, apoyando decididamente a las familias: se aumenta el salario maternal  por hijo a cargo, de los actuales 164 euros mensuales a 200 y se aumentan la desgravación por hijos. No hablamos de cheques-bebé, que se cobran una sola vez, sino de salario mensual.

En definitiva, Merkel avanza hacia el salario maternal, que será sin duda, la gran conquista social del siglo XXI. Y esto porque es de justicia: la mayor aportación que pueden hacer padre y madre -pero sobre todo ésta última- consiste en traer hijos al mundo, futuros contribuyentes para un continente amenazado por la única desertización temible: la de las personas.

Eulogio López

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