Ahora ya sólo le queda ganarla batalla de la trasparencia. Juan Roig (en la imagen), propietario de Mercadona, no deja de ampliar negocio y de ampliar prestigio, no sólo como empresario, sino como analista.

En el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) se le escucha con reverencia a pesar de ser una empresa familiar, que constituye el soporte del país pero que no tiene el pedigrí de las empresas SA (sin alma) es decir, propietarias de los fondos de inversión.

Para entendernos, Roig tiene ahora una sola asignatura pendiente: la trasparencia, que es la asignatura a pagar si quieres convertirte en empresario de referencia.

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