La cena de clausura de un restaurante de cinco tenedores, que ha sido durante su trayectoria el más famoso del mundo, le sirve al joven director y guionista Robert Gual (Smoking Room) para componer una comedia coral que mezcla con acierto romanticismo con alta cocina.

Porque en esta cena final confluirán personajes de todo tipo: un joven matrimonio separado por su incompatibilidad de intereses; una exquisita anciana que cenaba allí con su esposo ya fallecido, dos restauradores japoneses rivales que quieren llevarse la fórmula de "cocina de diseño" a su país, una intérprete local que lo lía todo y sigan ustedes contando…

Menú Degustación hace honor a su título porque resulta como los buenos platos: sencilla pero deliciosa describiendo relaciones humanas con toque humorístico y esperanzador. Sin ser una obra maestra es una de esas películas bien engrasadas e ideales para recomendar porque consigue que el espectador pase un buen rato en una sala de cine

Eso sí, no hay que ser un lince para deducir que este restaurante de vanguardia de película, situado en la Costa Brava, supone un claro homenaje y recordatorio de El Bulli. De hecho, los cocineros, Ferrán Adrià y Joan Roca, han sido asesores en este largometraje.

Para: Los que les gusten las comedias agradables