Que el Gobierno observa con cierta distancia la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del terrorismo (AVT) para el próximo 4 de junio, no es ningún secreto. El ministro de Defensa, José Bono, y el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya han anunciado públicamente su intención de no asistir a la manifestación.

Desde la AVT, su presidente, Francisco José Alcaraz, denuncia que Interior está lanzando el mensaje de que ETA planea un atentado salvaje. En los foros del diario proetarra Gara se alienta esa especie. El mensaje oficial del Gobierno representado por su ministra portavoz es el siguiente: respeto, apoyo y asistencia total a las víctimas, respeto a la pluralidad ideológica de las víctimas y llamamiento a la responsabilidad porque no es razonable utilizar de manera partidista a las víctimas.

Está claro. El Gobierno presupone que las víctimas en tanto que en su condición de víctimas tienen ideología diferente. Y eso es presuponer demasiado. Las víctimas tienen conciencia, dignidad y memoria. Todo lo demás, sí que es instrumentalizar a las víctimas, vengan de donde vengan.