Sr. Director:
En el argot ciclista se denomina domésticos a los componentes de un equipo, cuya misión es arropar a su miembro destacado para ganar la carrera.
La carrera política tiene alguna similitud con la ciclista: hay domésticos, sponsors y hasta dopaje, bien entendido que, en nuestra política, el dopaje corre a cargo del grupo mediático afín.
Eximio ejemplo de domésticos son los sindicatos españoles nacidos -se creía- para defender los derechos de sus afiliados. ¡Pues no! Aquí están los sindicatos para arropar a su Gobierno; en los últimos cinco años han rodado más mentiras que las ruedas en el Tour, y los sin-dicatos han estado tan calladitos; estamos inmersos en la peor crisis económica que se recuerda, cerrando empresas, creciendo el paro a velocidad de vértigo y lo más importante para el señor Méndez es personarse en el desenterramiento
¿Será porque el sindicato huele a muerto?
Amparo Tos Boix
sanchotos@telefonica.net