Sr. Director:

En el Meeting de Rímini, se ha presentado el libro de la escritora Rosa Alberoni, «La expulsión de Cristo».

«El jacobinismo, el nazismo y el comunismo no han logrado cancelar a Dios y Cristo es la más grande revolución de la Historia», sostiene Rosa Alberoni, escritora y profesora de Sociología en la Universidad IULM de Milán.

Con estas palabras resumió el contenido de su último libro en italiano «La expulsión de Cristo» («La cacciata di Cristo», editorial Rizzoli), presentado el 20 de agosto en el XXVII Meeting de la Amistad entre los Pueblos, que tiene lugar estos días en la localidad italiana de Rímini por iniciativa del Movimiento Comunión y Liberación.

Partiendo de las palabras de Juan Pablo II, según el cual «la historia ha demostrado ampliamente que hacer la guerra a Dios para extirparlo del corazón de los hombres lleva a la humanidad atemorizada y empobrecida hacia opciones que no tienen futuro», la escritora demuestra que «la Ilustración, el nazismo y el comunismo han tratado de eliminar a Dios, negar a Cristo, legitimando así la dictadura, cancelando a los individuos y difundiendo el paganismo».

Ilustrando la segunda parte del libro, la autora analizó la gran revolución en la Historia representada por Cristo, y cómo «el mensaje cristiano es fundamental para afrontar desafíos como el islámico y chino, que ejercen hoy presión en nuestras fronteras, y el cientificismo ateo en el frente interno».

«El cristianismo --dijo la profesora de Sociología-- es la única religión en la que Dios se hace tangible, se hace hombre para hablar a los hombres, y es Padre de hermanos a quienes les da incluso la libertad de rebelarse contra Él».

«En el Islam, en cambio Alá no se propone como Padre --observó--. Para los musulmanes, el 'Padre Nuestro' es una blasfemia, el libre albedrío no se contempla y todos, desde los animales a los hombres, incluso la mano del hombre que mata, son un mero instrumento del poder de Alá».

«No hay que esperar pasivos e inertes la destrucción de la civilización cristiana, ha llegado el momento para los creyentes de levantar la cabeza, de hablar, de defender los valores cristianos practicándolos, volviéndolos a consagrar en los gestos, porque sólo así se pueden afrontar los desafíos modernos».

«¿Por qué no se tiene el valor de hablar abiertamente de Cristo?», se preguntó, constatando el silencio mediático en torno a su persona que sólo se viola para atacarlo. «En cambio --concluyó la autora de «La expulsión de Cristo»-- no hay que tener miedo de hablar de civilización cristiana, no simplemente de civilización occidental, porque, caído el sistema soviético, somos un único pueblo cristiano en Europa, Rusia, América, Australia y parte de África y Asia».

Angelo Lorenzo Crespi, director de «Il Domenicale», preguntó en el debate a Alberoni cómo ha sido posible que sobre todo en la Europa cristiana se haya producido tal revolución de mentalidades, hasta el punto de que muchas palabras han asumido un nuevo significado en un nuevo contexto.

La escritora respondió recordando que «en los últimos decenios del siglo XX se creó un cierto optimismo porque las grandes religiones ateas, iluminismo, nazismo y comunismo, parecían derrotadas, sin embargo lamentablemente la acción de desmantelamiento de los fundamentos del cristianismo continúa en todo el mundo».
Alberoni recordó, como parte de este desmantelamiento el ataque contra la concepción de la familia a través de la legalización de divorcio y aborto, y señaló en las técnicas de manipulación genética de los embriones la tentación cientificista de sustituir a Dios.

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