Sr. Director:
En los últimos días, a raíz de la polémica suscitada por la decisión de la Universidad de Sevilla de ser comprensivos y benevolentes con los copiones, ha salido a la luz que también ampara el absentismo estudiantil  para asistir a clase.

 

Todos sabemos que el coste de una plaza universitaria es muy superior al pago que hacen los estudiantes con la matrícula. Esta diferencia la aporta el erario público; es decir los contribuyentes. Por tanto me pregunto: ¿Quiénes son las autoridades universitarias sevillanas para eximir de la obligación de asistir a clase a los estudiantes, sabiendo que son los ciudadanos los que pagamos la mayor parte del costo de esas plazas?

Por estos dos hechos se puede deducir que la Universidad Hispalense pretende transformar al estudiante esforzado, trabajador y honrado en un mero matriculante copión.

Manuel Villena Lázaro