El ex candidato a la Presidencia logra de nuevo la candidatura al Senado por Arizona.

Su tozudez  vence la tendencia histórica de los republicanos de elegir candidatos jóvenes
Se ha celebrado en Estados Unidos el supermartes de elecciones primarias republicanas y demócratas en Florida, Vermont, Oklahoma, Arizona y Alaska.

Dentro del Partido Republicano cabe decir que la mayoría de los candidatos elegidos destacan por su juventud y por su actitud claramente reformista. En este sentido, destacan algunos líderes electos como es el caso de Marco Rubio que ha sido elegido como aspirante republicano al Senado por Florida y que es una de las grandes apuestas republicanas para el futuro ya que les podría permitir ganar apoyo en el sector de los hispanos que se están inclinando mayormente a votar a los demócratas, ya que Rubio es hijo de inmigrantes cubanos.

También ha sido una noche aciaga para algunos veteranos líderes republicanos como es el caso de la senadora por Alaska, Lisa Murkowski, que hasta el momento y a falta de recontar menos del 20% de los sufragios está cayendo ante un joven candidato llamado Joe Miller que es un icono del Tea Party y que ha sido el candidato al que la ex-candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, Sarah Palin, ha mostrado un gran apoyo.

Por lo que se puede ver, los republicanos han optado por candidatos jóvenes y renovadores excepto McCain.

El ex-candidato a la presidencia de los Estados Unidos ha acabado con esta tendencia y aspirará a ser reelegido como senador por Arizona por quinta vez. La elección de McCain supone un error para los republicanos ya que es un candidato vetusto, que no aporta nada nuevo a los conservadores y que además, es uno de los miembros del partidos que más luchas internas ha provocado ya que sus posiciones políticas no son precisamente muy conservadoras. Por cierto hoy el diario New York Times ha revelado que McCain pensó en cambiarse al Partido Demócrata en 2001 y 2004.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com