• Respuesta de Maduro al ofrecimiento del ministro español de mediar en la crisis política: "Saque sus narices de Venezuela".
  • "Vaya a las calles a responderle a la clase obrera española, a la que ustedes le han quitado el derecho al trabajo, al salario, a las pensiones", ha afirmado el presidente venezolano.
  • Los antecedentes: pelea en la Asamblea Nacional venezolana tras las provocaciones del chavismo.
  • El presidente de la AN, Diosdado Cabello, no quiso dar la palabra a los diputados que no reconociesen a Nicolás Maduro como presidente.
El cariz que están tomando los acontecimientos en Venezuela resulta preocupante. Porque tras la victoria de Nicolás Maduro (en la imagen) en unas más que sospechosas elecciones y sus maniobras para evitar un recuento veraz de votos, se une ahora el clima de violencia que se ha desatado en el país. Sin ir más lejos, en una sesión que se ha celebrado en la Asamblea Nacional (AN), al menos siete diputados resultaron heridos en una pelea que se desató entre oficialistas y opositores, según han informado los medios de comunicación venezolanos como Globovisión.

La pelea surgió después de que el presidente de la AN, Diosdado Cabello, se reafirmara en su decisión de no dar la palabra a los diputados que no reconozcan a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, lo que demuestra un talante altamente democrático por parte del chavismo (nótese la ironía).

El líder opositor, Henrique Capriles, se solidarizó con los diputados que fueron agredidos en la Asamblea Nacional y dijo que son víctimas de la violencia que "Venezuela entera deplora". "¡Este Gobierno corrupto, fascista, ilegítimo no cambiará la forma de ser del venezolano que detesta la violencia!", indicó. Agregó que "el desastre que es este Gobierno y los que están al frente pretenden taparlo con violencia" y llamó "a derrotarlos con la Paz".

No están mal las llamadas de Capriles a la no violencia. Pero mucho nos tememos que la táctica que utilice el chavismo, con Maduro a la cabeza, sea la del matonismo y la chulería para provocar.   

De hecho, es lo que Maduro ha vuelto a hacer con España y más en concreto con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, José Manuel García-Margallo, a quien el presidente venezolano, Nicolás Maduro, instó a "sacar sus narices de Venezuela", en respuesta a su oferta de mediación en la crisis política que vive el país iberoamericano. "Ha dicho el canciller español que está listo para venir a mediar en Venezuela. Señor canciller español, no venga a mediar a Venezuela, vaya a las calles a responderle a la clase obrera española, a la que ustedes le han quitado el derecho al trabajo, al salario, a las pensiones", dijo.

García-Margallo, durante su encuentro con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, volvió a proponer este martes la posibilidad de que España actúe como mediador en el conflicto entre el oficialismo chavista y la oposición venezolana, algo que el titular de Exteriores ya adelantó el pasado lunes en el seno de la Organización de Estados Americanos cuando dijo que "España está siempre dispuesta a aproximar posiciones en cualquier región del mundo, y esa posibilidad es mayor en países con los que tenemos lazos tan importantes, como los iberoamericanos, y Venezuela".

Pero Maduro es un alumno aventajado de la soberbia y prepotencia de Hugo Chávez, a quien Dios tenga en su gloria.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com