Siento cierto regocijo cuando personas más cualificadas que yo dicen lo que los profanos afirmamos con cierto temor a equivocarnos.

Sí, se hace necesario insistir sobre lo que nos parece lícito por la sencilla razón de que lo vemos en los hospitales, centros de sanación, no de matanza. Me refiero, claro está, a la fecundación in vitro (FIV).

Y de postre, lean lo que nos envía Manuel Morillo sobre el caso de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal y el artículo del diario electrónico que lidera Luis María Ansón. Todo el genio y la brillantez del veterano periodista y académico no compensa las tontunas que emite su obra digital en versión progre. ¿Así que la Iglesia tiene que vivir de cara al mundo? Más bien la Iglesia debe vivir dándole la cara al mundo. 

¿Lo ven? La FIV es tanto más peligrosa porque parece un instrumento de vida, cuando lo es de muerte.

Eulogio López

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