El golpe de mano de Montilla y la traición de Zapatero a Mas marcan el fin de la legislatura

A mitad de legislatura se cerró el acuerdo Zapatero-Mas. La deslealtad de Montilla le ‘obligó' a ZP a incumplir su palabra. Pobriño. Desde entonces, Artur Mas está que se sube por las paredes. Quiere ser presidente de la Generalitat y Durán ministro del Gobierno de España. Estos parámetros lo explican casi todo.

Por ejemplo, ERC estaría dispuesta a pactar con CiU. Incluso estaría dispuesta a que Mas fuera el presidente del Gobierno catalán. Sólo hay un peaje: el referéndum de autodeterminación. Algo que a Mas le produce mucho vértigo. Por otra parte, aunque el acuerdo entre nacionalistas fuese posible, no está clara la estabilidad del eventual Gobierno. Hasta llegar a la independencia, por donde se camina, ¿por la derecha o por la izquierda? En todo caso, ahí están. Y eso explicaría el acuerdo para vetar los presupuestos, aunque Solbes también reconoce que se encuentra más cómodo sin tener que estar negociando las 200 enmiendas.

Otrosí. Durán quiere ser ministro. Como sea, que diría Zapatero. Con el PP o con el PSOE. ¿Y en Cataluña? Con ERC, no es compatible, señala Durán. Vamos, que gato blanco, gato negro, da igual con tal de que sea ministro. En realidad sería replicar algo similar a lo ya practicado por los vascos: acuerdo con los radicales en el país vasco y con los socialistas en Madrid. ¿Por qué no los catalanes? Para más complicación, Montilla aprieta y podría adelantar las elecciones haciéndolas coincidir a las generales. Modelo andaluz. De esa manera arrastraría el voto socialista que se moviliza siempre más en las generales. Ya queda poco tiempo, pero posible, es posible.