Sr. Director:

Me parece que en la polémica sobre el aborto se están utilizando principalmente argumentos emocionales e ideológicos. Por ello quisiera introducir un poco de racionalidad en el tema.

Desde un punto de vista científico, lo que determina qué es un ser vivo, es su dotación genética. Y estas características genéticas son exactamente las mismas desde el primer estadio del embrión hasta que el individuo muere. No hay ningún momento en su desarrollo que genéticamente pueda decirse que antes era una cosa y a partir de ese momento es otra. Por ello yo no tengo ninguna duda de que el embrión es un ser humano. ¿Y si no se está convencido de ello?

Si no se puede demostrar científicamente que aquello no es un ser humano, lo ético es actuar como el cazador, que para poder disparar a algo que se mueve detrás de unos matorrales  debe tener la seguridad absoluta que aquello no es una persona; ante la duda no se puede disparar. No creo que nadie pueda demostrar con seguridad que un embrión humano no sea un ser humano. Por todo esto, destruir embriones humanos, en cualquier fase de su desarrollo, es una incoherencia ética y científica. Al menos yo lo tengo muy claro.

José Pauner Sala

josepauners@hotmail.com