Qué la crisis está causando problemas a millares de familias es un hecho. Y qué esta crisis afecta también a las instituciones, sí.
Ante situaciones graves, tanto de individuos como de familias debe actuar con coherencia y sentido común.
Si una familia tiene unos gastos muy superiores a los ingresos, ha de tomar medidas drásticas si quiere subsistir, de la misma manera, si una institución tiene unos gastos muy superiores a los ingresos, debe procurar dos cosas: primero reducir los gastos y segundo, aumentar los ingresos, he puesto intencionadamente primero disminuir los gastos, especialmente aquellos que son dedicados a salarios a sectores no productivos por encima de lo que la institución se puede permitir y aquellos otros gastos que tal vez siendo importantes, no son productivos, no aumentaran los ingresos, y la sociedad no sufrirá física no moralmente si no se hacen.
En Cataluña hay problemas de gastos que no se han sabido o no se han querido analizar y obrar en consecuencia. Todo ello ha llevado a culpar a otros de ser los que se quedan con mi dinero y por eso no me llega para pagar mis innecesarios gastos.
El actual President de la Generalitat, con un comportamiento de adolescente, y con la idea anterior como único motivo, ha apostado por jugar y si no ganaba romper la baraja. Con su comportamiento a llevado a Cataluña al borde, ha dado un órdago y ha perdido.
En democracia, ante situaciones como la que se ha producido en Cataluña a raíz de las adelantadas e innecesarias elecciones, quien espera una mayoría excepcional y por el contrario pierde 12 de los escaños que ya tenía, no es digno de seguir gobernando.
Lo honrado, lo de ser un caballero sería admitir la derrota y renunciar a presidir el nuevo gobierno. Ante situación como está un hombre responsable y talante democrático dimitiría. ¿Lo hará el Sr. Mas?
José Morales Martín
