Sr. Director:
Recientemente a un conocido le han impuesto una multa lingüística en Cataluña.

 

Sancionar a un ciudadano por tener el cartel de su tienda en una lengua o en otra me parece discriminatorio y un ataque a la libertad lingüística de las personas.

Además el Tribunal Supremo ya estableció que estas multas eran inconstitucionales. Cada uno debería poder utilizar con total libertad la lengua que desee y considere más apropiada, algo que algunos nacionalistas no entienden.

Es lamentable que Cataluña se haya convertido en el único territorio de Europa donde la administración multa a un ciudadano en función de la lengua con que rotula su comercio.

Pilar González Gutiérrez