En la India -uno de los gigantes asiáticos en población y poderío económico- está prohibido por ley el trabajo de los menores de 14 años. Sin embargo, se calcula que más de 12 millones de niños siguen siendo víctimas de explotación laboral.

El Departamento de Trabajo, en colaboración con la ONG Protege a la Infancia, ha rescatado a 54 niños, de entre 7 y 14 años, que trabajaban en condiciones de esclavitud en varias fábricas de Nueva Delhi. La mayoría llegaron a la capital víctimas del tráfico de menores. Y, luego, fueron vendidos como trabajadores.

Los agentes de la operación de liberación hicieron redadas en distintas fábricas textiles en el sur de la capital, de donde rescataron a esos niños y a una veintena de adolescentes menores de 18 años que también eran explotados.

Trabajaban en condiciones infrahumanas, en jornadas laborales de entre 12 y 16 horas al día, sentados en habitaciones muy sucias, pequeñas y sin ventanas. "Cuando intentaba estirar las piernas o moverme un poquito, los patrones me pegaban", cuenta Shanu, de 10 años, una de las víctimas.

Salvo algunos de los adolescentes que recibían 50 rupias semanales (1 euro), la mayoría de los niños no cobraban ningún salario. Trabajan a cambio de nada. Han sido víctimas de traficantes y forzados a trabajar en crueles condiciones. 

Clemente Ferrer Roselló

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