Es necesaria que la sociedad actual promocione la cultura de la vida. Y para ello no basta sólo con aplicar medidas legales para defender la vida. Es también importante que las nuevas generaciones comprendan y aprecien el valor de la vida.
Si la cultura, es decir la forma de entender y vivir la vida, no es respetuosa con el derecho a la vida tampoco servirán las leyes. Por eso es necesario tomar medidas que hagan que desde pequeños los miembros de nuestra juventud aprendan a apreciar el valor de la vida.
Y para ello se debería establecer un sistema legal que ampare y apoye con eficacia la maternidad y la paternidad como una necesidad social, promoviendo la conciliación familiar y la vida laboral para que las mujeres y los hombres puedan formar la familia a la que tienen derecho.
Y por todo esto se podría incrementar de una manera generosa la cuantía y la calidad de las partidas de los Presupuestos Generales del Estado a las ayudas para las familias. Y que se reconozca el trabajo de las mujeres en el hogar. Y sobre todo que se abandonen las campañas realizadas por las administraciones públicas, bajo las supuestas buenas intenciones que transmiten la idea equivocada de sexo y en donde se presenta al nacimiento de niños como problema e inconvenientes que hay que evitar.
Francisco Lorenzo Salido
