Felicita el señor presidente del Gobierno español a los todos los musulmanes del mundo por el Día del Sacrificio, festividad religiosa que alguna de las muchas facciones del credo han aprovechado para asesinar a 41 personas en una mezquita, centro religioso islámico, en Afganistán.

Los musulmanes llevan desde la muerte del profeta batallando contra todos pero también batallando consigo mismos. El problema es que el Islam no es una iglesia, por lo que cada cual hace su doctrina y de paso aniquilar al resto, si es el caso, a golpes.

Pero volvamos a Moncloa. Mire usted don Mariano (en la imagen), a mí me parece estupendo que felicite usted a los musulmanes pero le agradecería, también, que como político occidental que es, y democrático, les exigiera reciprocidad: es decir, que dejen de masacrar a los cristianos como nosotros no les masacramos a ellos, y que respeten el principio básico de libertad religiosa. Más que nada porque sin libertad religiosa ni hay democracia ni hay libertad.

Que usted, don Mariano, no abra la boca ante las barbaridades islámicas contra cristianos en Nigeria, Paquistán, India, Sudán, etc., etc., etc., y ahora felicite a los musulmanes en una de sus celebraciones religiosas, qué quiere que le diga: suena rarito.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com

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