• Los detenidos que han pasado a disposición judicial por los disturbios han quedado en libertad con cargos.
  • Muy poco, a la vista de lo declarado por algunos de los policías atacados: "Pensábamos que nos mataban".
  • Los sindicatos policiales no se explican cómo el mayor dispositivo jamás desplegado en una movilización de este tipo -1.750 antidisturbios- acabó en "esperpento".
  • Tan solo la Delegación del Gobierno en Madrid abre expediente sancionador a los organizadores de las 'Marchas de la Dignidad'.  
En este país, el salvajismo y la violencia prácticamente salen gratis. Tras la concentración de la 'Marcha por la Dignidad', una guerrilla de extrema izquierda atacó a la Policía con lanzacohetes, acero y clavos. El saldo demoledor fue: 67 policías heridos y sólo 28 personas detenidas.

Algunos de los policías atacados declararon: "Pensábamos que nos mataban". Además, la Policía interceptó un bidón de gasolina y una bengala durante la asamblea celebrada junto al Museo Reina Sofía. Los individuos que provocaron los incidentes proceden de movimientos diferentes pero actuaron perfectamente coordinados.  

Pues bien, ante semejante salvajismo, los detenidos que pasaron a disposición judicial por los disturbios han quedado en libertad con cargos. Algo no funciona bien en este país.

Tan solo la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha avanzado este martes que ha abierto un expediente sancionador a los organizadores de la 'Marcha por la dignidad' en Madrid. Pero no es suficiente.

Cifuentes ha indicado que le provoca "tristeza" ver cómo han quedado en libertad la mayoría de los detenidos por los incidentes cuando, en su opinión, queda claro que "iban a por los policías" y que "intentaban matar a policías".

A todo ello se añade el malestar en la Policía. Los secretarios generales de los sindicatos policiales SUP, CEP, UFP y SPP se reunieron ayer con el director adjunto de la Policía, Eugenio Pino, e insistieron en que no se explican cómo el mayor dispositivo jamás desplegado en una movilización de este tipo -1.750 antidisturbios- acabó en "esperpento", y volvieron a pedir el cese del comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, y del comisario jefe de la Unidad de Intervención Policial de toda España, José Miguel Ruiz Iguzquiza.

Por ello, la Policía Nacional investigará la intervención de los antidisturbios en la manifestación del pasado sábado en Madrid, a fin de determinar qué pudo fallar en el dispositivo policial después de que sindicatos policiales y agentes criticasen la falta de planificación.

Una información hoy martes de 'ABC' destaca que la OSCE estuvo vigilando la actuación de las Fuerzas de Seguridad mientras discurría la Marcha por la Dignidad. Según uno de los agentes agredidos, tenían orden de "aguantar" porque había "observadores de derechos humanos de la OSCE".

Si eso es así, es una vergüenza nacional. La Policía debe defenderse de quienes quieren agredirles y defender el orden público, de manera proporcional. Sería interesante que los "observadores de derechos humanos de la OSCE" se vistieran de Policías y fuesen a una de esas marchas de ultras, tan solo a observar.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com