La ciudadanía le vincula a él y a su hermano Carlos con el narcotráfico El ex presidente Zelaya pidió recientemente salir de la embajada de Brasil donde se encuentra asilado por razones de salud. El Gobierno de Micheletti impidió la salida por razones de seguridad, pero permitió la entrada de la Cruz Roja. El problema de salud del ex presidente no es otro que sangrados de la nariz que derivarían de sufrir un síndrome de abstinencia. Y es que según muchos testimonios, Zelaya era drogadicto. Obviamente en la embajada de Brasil, todos los productos que entran son supervisados por el ejército y la policía hondureña, que nunca permitiría la entrada de drogas, aunque sí de medicinas.
Por otra parte, gran parte de la población vincula a Zelaya con el narcotráfico. Algunas fuentes señalan que el interés de Venezuela en Honduras radica en convertir el país centroamericano en un pasillo de tránsito de la droga hacia los Estados Unidos. En todo caso, la realidad es que en los últimos meses de Zelaya la policía interceptó 18 avionetas cargadas de droga. Unos viajes que ya han desaparecido.
Pero es que además, en la embajada de Brasil en Honduras están hacinados. No está preparada para la habitabilidad de casi 80 personas. La legación apenas cuenta con dos baños y carece de camas, nevera y las cuestiones básicas para la convivencia. Por eso algunos consideran que lo que hay en la embajada son unas condiciones insalubres que hacen fácil enfermar a cualquiera.